En los albores del tiempo, mucho antes de que las estrellas encontraran su órbita y los mares tuvieran nombre, el Gran Relojero del Universo se inclinó sobre Su mesa de trabajo.
El Relojero y la Rosa Eterna
En los albores del tiempo, mucho antes de que las estrellas encontraran su órbita y los mares tuvieran nombre, el Gran Relojero del Universo se inclinó sobre Su mesa de trabajo.